ex AU3 - Resabios de la traza. Abandono. (año 2013)

Sobre el abandono de los predios expropiados para construir la autopista AU3 y los usos poco claros de los espacios que debieran ser definidos correctamente. El caso de dos manzanas en el tramo lindero con la Avenida General Paz.
Ixx, nov13

Homenaje a Goyeneche en Avenida Parque c.2013 


El fiscal de las calles. 

Por Sergio Calandra
fiscal@periodicoelbarrio.com.ar

Aquella misteriosa manzana

Existe un estratégico predio en Saavedra, justo donde empalma el tránsito proveniente de Autopistas del Sol. Lindero a la Av. Gral. Paz, es la triste imagen de un proyecto faraónico que dejó una cicatriz en el barrio. Llama la atención su estado de abandono y que ninguna administración lo haya recuperado para el uso común de los vecinos.
El título de esta nota no habla de la famosa manzana del pecado original. Sí se refiere a otra clase de pecados: el de las obras faraónicas públicas nunca llevadas a cabo. Bien es sabido que esta gestión macrista realizó grandes intervenciones en el espacio público en numerosos lugares de la Ciudad y que también recuperó algunos sectores. Muchas de estas obras tuvieron aceptación popular y otras aparejaron polémica y controversias.
Al existir un gran déficit de espacios verdes por habitante sería de vital importancia mantener los predios ya existentes y bregar por conseguir nuevos lugares de esparcimiento. El caso que analizaremos puntualmente en esta ocasión son las dos manzanas comprendidas entre las calles Holmberg, Roberto Goyeneche, Deheza y Juan Sebastian Bach, en el barrio de Saavedra. La más grande de ellas, ubicada entre las calles Deheza, Arias, Roberto Goyeneche y Holmberg, es la que desde hace más de treinta años presenta una imagen fantasmagórica. Es un depósito de chatarra a cielo abierto, con viejas máquinas viales, acoplados tipo cisterna y niveladoras oxidadas, en medio de montañas de asfalto seco en desuso entre altas malezas. El predio se encuentra cercado con alambrado, sin ningún tipo de movimiento, y es el resabio de un mega proyecto de la dictadura: la Autopista Central 3.
Todavía se puede leer, en lo que queda de los restos de las viejas maquinarias, el nombre de Vial Tamborini, como así también un cartel de inicio de obra a cargo de la empresa Terranova, que parecen resistir estoicamente el paso del tiempo, anunciando montos y tiempos anacrónicos. También hay otra manzana, un poco más pequeña, que está justo al lado de la otra hacia Av. Gral. Paz, entre Deheza y Juan Sebastian Bach. Hoy es un depósito policial "ad hoc" a cielo abierto de vehículos, camiones, camionetas y motocicletas accidentados y/o judicializados. Seguro que muchos de ellos están ahí por tener su documentación irregular o, como se dice popularmente, estar "flojos de papeles".
Esta manzana es actualmente utilizada por la Policía Federal, que justo tiene un puesto de control vehicular sobre el lateral de la calle Goyeneche y otro sobre la calle Holmberg de salida hacia la Provincia. Este lugar es una fuente importante de contaminación por los fluidos de los vehículos y la degradación de los materiales producida por el paso del tiempo. El problema radica en que si no se los retira inmediatamente los vehículos se siguen amontonando y deteriorando.

Falta de plazas 

El obrador instalado y abandonado en Saavedra desde hace más de 30 años es la prueba clara y concreta de la inacción del Estado. Y lo más paradójico es que todo está a la vista del que pasa por ahí, tanto en auto, en colectivo o a pie. Una tomadura de pelo a los viejos vecinos que tuvieron que abandonar sus propiedades ante el avance de la piqueta a fines de la década del 70 para dejar paso a una obra que nunca fue.
Las estadísticas dicen que la falta de espacios verdes por habitante en la Capital Federal es preocupante. Por eso sería muy bueno tratar de recuperar estas manzanas para los vecinos, ya que su función actual no es ni de uso público ni privado. No se desarrollan en ellas actividades como la entrada y salida de camiones, estacionamiento o depósito de equipos viales en actividad, mucho menos funcionan como obradores. Sería oportuno conocer la situación legal de estos predios, ya que es muy poco probable que las empresas Daniel A. Terranova y/o Vial Tamborini sean sus propietarias.

Limpieza urgente 

En el remoto caso de que las citadas empresas sean las dueñas de los terrenos o que por algún contrato de alquiler estén en posesión real de los bienes, se las debería intimar judicialmente o de oficio para que procedan a su limpieza, desmalezado, descontaminación y desratización. De lo contrario deberían permitir la limpieza del lugar para que estos espacios dejen de ser un foco de contaminación permanente. Es muy probable que el estado de abandono de esos predios se deba a un intrincado conflicto judicial, quizá por no haberse iniciado nunca la obra. Acaso la empresa adjudicataria litigó contra la entonces Municipalidad de Buenos Aires. No lo sabemos.
Como siempre pasa en estos casos, el pato de la boda son los vecinos. Si alguno tiene información oficial sobre la situación de estos predios, agradecemos la comparta con nuestros lectores.

Pasos a nivel reparados

Los vecinos no sólo festejan y disfrutan la llegada de los efectivos sapitos, fruto de la gestión macrista, sino también la puesta a nuevo de muchos de los viejos y trajinados pasos a nivel por parte del Gobierno Nacional, que tantos dolores de cabeza y de huesos provocaban a los automovilistas. Estas obras están obligatoriamente a cargo del Estado Nacional y no del Gobierno de la Ciudad, ya que las estaciones cabeceras parten del Centro de la Ciudad y terminan en el Gran Buenos Aires. Distinto de lo que pasa con el subte, servicio transferido a la Capital Federal, ya que todas las líneas empiezan y terminan dentro de la órbita metropolitana. 
La gran mayoría de los pasos a nivel vehiculares de nuestro barrio, pertenecientes al Ferrocarril Mitre, fueron reparados por la empresa SEHOS. Se trata de obras que al parecer van a durar muchos años, de acuerdo con la calidad que aparentan. Las comparaciones son odiosas, pero contrastan notoriamente con aquellos cruces que todavía no fueron intervenidos y que piden a gritos una actualización.
Por ejemplo el de la Av. Alvarez Thomas, que fue reparado hace muy poco por el personal ferroviario y que causara oportunamente un importante trastorno de tránsito a los vecinos de Villa Urquiza por el tiempo en que se tardó en terminar la obra. Ya presenta señales de deterioro evidentes, con sus losetas flojas. A esto se suma el desprendimiento de asfalto entre los rieles. A diferencia de los pasos a nivel de Mariano Acha, Bucarelli, Artigas y Nazca, el de Alvarez Thomas aparenta ser menos sólido y ya está acusando recibo del desgaste.

Nahuel Huapí y Díaz Colodrero 

Cuando se terminaron las obras en el cruce de Mariano Acha, a metros de la estación Drago, los vecinos pensaron ilusionados que las cuadrillas y los obradores se trasladarían para empezar a trabajar en los casi triturados pasos a nivel de Díaz Colodrero entre Monroe y Roosevelt, Villa Urquiza, y en el de Nahuel Huapí, donde la calle cambia su nombre por el de Manuel Ugarte, entre Estomba y Tronador, Coghlan. Es especialmente este último el que se terminó de romper más rápido, ya que está hecho de asfalto y no de losetas premoldeadas como el de la Av. Congreso. Cuando se desarrolló la obra del viaducto de la Av. Monroe todo el tránsito pasaba por Nahuel Huapí, incluyendo las líneas de colectivos 107, 114, 133, 19 y 76.
El paso de la calle Díaz Colodrero es una gran alternativa de descongestión para todo el caudal de tránsito que desciende desde la Av. Córdoba, que luego sigue por Alvarez Thomas hacia el norte, dobla en Monroe y luego retoma por Díaz Colodrero para acceder al centro comercial de Villa Urquiza y alrededores de la Plaza Echeverría. Esta es la causa fundamental por la que este paso a nivel también tiene que ser reparado a nuevo, como ya se hizo con los antes mencionados.
Tampoco hay que olvidarse del estado de los pasos a nivel peatonales, ya que muchos de ellos están en un estado lamentable. Resulta imposible atravesarlos con carritos de bebé, changuitos de supermercado o sillas de ruedas.

Circulación en Colodrero 

Un importante cambio que tendrían que considerar las autoridades comunales es el sentido de doble de circulación actual del cruce a nivel de Díaz Colodrero, ya que desde que se inauguró el sapito de la calle Pacheco y se le cambió el sentido de circulación vehicular a esta arteria disminuyó el tránsito hacia Monroe desde Roosevelt. Actualmente Díaz Colodrero tiene un tránsito casi nulo en sentido norte-sur.
Sería bueno que la calle sea mano hacia Roosevelt, sentido sur-norte, así los vehículos pueden tener más radio de giro para atravesar las vías, sin que se formen congestiones importantes sobre la calle Monroe como sucede actualmente cuando la barrera está baja. Hoy en día se forman importantes nudos cuando se juntan varias unidades de las líneas de colectivos 71, 140 y 127, que quedan varadas sobre la senda peatonal y no permiten pasar fluidamente al tránsito que avanza por Monroe hacia Triunvirato.

Auto abandonado 

En Blanco Encalada y Triunvirato, más precisamente en la esquina del Banco HSBC, existe hace largo tiempo estacionado un Fiat Uno color rojo de dos puertas con evidentes muestras de abandono (caño de escape caído, espejo retrovisor roto) que ocupa justo la zona de prohibido estacionar por la carga y descarga de caudales. Esperemos que los responsables del acarreo de material rodante lean este reclamo y se lleven este vehículo, así se agiliza el tránsito en un lugar clave de Villa Urquiza. Hoy los camiones blindados deben detenerse sobre la Avenida Triunvirato para realizar el retiro de valores de la sucursal.

BUZON DE QUEJAS
Si tiene algún reclamo o denuncia escríbale a "El fiscal de las calles". Puede hacerlo por carta a Av. Alvarez Thomas 3035 2º C, por fax al teléfono 4523-5324 o por e-mail a fiscal@periodicoelbarrio.com.ar. Su queja será publicada en esta sección.
Bocinazos a la madrugada
Quisiera referirme a los tremendos bocinazos que se escuchan en el Ramal Suárez del Ferrocarril Mitre. Desconozco los motivos, pero entre la una y las tres de la madrugada, los días de semana, los trenes no dejan dormir a los vecinos de Villa Urquiza y Villa Pueyrredon. Habría que investigar la causa, qué trenes lo provocan y exigir el cese de este terrible flagelo que padecemos desde setiembre.
Gerardo Borchesse
gborchesse@gmail.com
Caos en Bauness y Roosevelt
Con relación al mensaje de la lectora Susana Hernández, publicado el mes pasado, quiero comentar que sufro los inconvenientes que ella menciona en Bauness y Roosevelt. Varias veces al día, al llevar y traer a mis nietas del colegio, debo cruzar por esa esquina peligrosa para los transeúntes. Muchos de ellos son madres con cochecitos, por estar en el camino que conduce a varias escuelas de la zona. Todo esto se complica más por haberse instalado exactamente en ese cruce, que tampoco tiene pintadas las líneas blancas, la parada de colectivos de la Línea 107 y permitir además el estacionamiento de automóviles. Tengo entendido que el Colegio Nuestra Señora del Carmen ya pidió la instalación de un semáforo. Yo por mi parte lo hice el 13 de setiembre y el contacto quedó registrado bajo el número 01063609/13.
Mario Corti
mcorti@telecentro.com.ar

 

La historia del "mini golf"
Con relación a la nota "Veredas maltrechas que esperan mejoras", considero oportuno efectuar algunos comentarios sobre el "mini golf" de Galván y Flor del Aire. Según recuerdo, a principios de los años 60 la franja en forma de "L" conformada por Galván, Flor del Aire, Valdenegro y Balbín era, salvo la cancha de básquet, de tierra totalmente plana y sin obstáculos, por lo que se convertía en el lugar ideal para los "picados" diarios de, a decir de Serrat, "los locos bajitos" de la zona. Esta situación se incrementaba notoriamente los fines de semana con la participación de los mayores. Es de destacar que lo mismo ocurría en la franja de Valdenegro desde los fondos de la parroquia hasta la calle Flor del Aire, donde no existía ningún tipo de construcción y/o cerramiento.
Entiendo que fueron los vecinos, o a pedido de ellos, que colocaron los montículos de tierra para evitar los trastornos (gritos, pelotazos, asalto de los jardines en busca de agua, hurtos, alguna que otra maldad) fundamentalmente los fines de semana. Con el tiempo, esos montículos se cubrieron de pasto y con el agregado de los arbolitos quedó un engendro que, salvo por el uso de los perros, no sé para qué sirve. Con respecto al vivero municipal, si mal no recuerdo estaba en lo que es hoy el Polo Educativo y las canchas de tenis, es decir dentro de ese inmenso terreno conformado por Republiquetas, Andonaegui, Av. Gral. Paz, Av. Del Tejar y Galván, donde en los años 50 se iba a instalar el Zoológico de la Ciudad.
Luis Dorato
luis.dorato@gmail.com

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