Sant Jordi - Día de San Jorge en Catalunya

Rosas y libros cubren las calles de todos los pueblos y ciudades de Cataluña para celebrar el día de su patrón. La fiesta se origina en la leyenda de san Jorge, el dragón y la princesa.

Según la leyenda, un dragón asolaba los alrededores de un pueblo (Montblanc, en la adaptación catalana) hasta que sus habitantes decidieron darle una persona cada día, escogida por sorteo, y evitar así otros destrozos. Un día le tocó a la hija del rey y, cuando el dragón se disponía a devorarla, apareció un caballero, san Jorge, que mató a la bestia. De la sangre del monstruo surgió un rosal del que el caballero tomó una rosa que regaló a la princesa.

San Jorge es el patrón de Cataluña, por lo que en este día también se reivindican la cultura y la identidad catalanas. En las calles de las ciudades, las editoriales y las librerías montan paradas de libros alternadas con las de vendedores de rosas, y muchos escritores se prestan a firmar sus obras.



San Jorge de Capadocia.

Representación bizantina de San Jorge de Capadocia.

Hay más:

San Jorge y el dragón: la leyenda de Jorge de Capadocia
Durante el medievo europeo, concretamente en pleno siglo IX, surgió en Occidente la historia de San Jorge a caballo, victorioso tras derrotar a un dragón. Un relato que, probablemente, sea el origen de numerosos cuentos de hadas sobre princesas y dragones. Pero, ¿qué realidades se ocultan tras esta mítica narración?

Jorge de Capadocia, una vida de leyenda
Según narra la tradición, un joven romano de nombre Jorge, nacido en la antigua Capadocia (actual Turquía) entre los años 275 y 280 de nuestra era, tras morir su padre Geroncio, oficial del ejército romano, se trasladó junto a su madre Policromía hasta la ciudad natal materna: Lida, la actual Lod de Israel. Una vez allí, Policromía educaría a su hijo en la fe cristiana.

Jorge, tras cumplir la mayoría de edad, decidió seguir los pasos de su difunto padre y se enroló en el ejército, donde no tardó en ascender hasta el punto que antes de cumplir los 30 años, fue nombrado tribuno, siendo destinado a Nicomedia (actual Izmit) como guarda personal del emperador Diocleciano.

En el año 303, el emperador decretó un edicto que autorizaba la persecución de los cristianos. Jorge, que recibió órdenes de participar en esta persecución, confesó que él también era cristiano, por lo que Diocleciano ordenó que le torturaran y, finalmente, que fuese ejecutado. Tras ser decapitado frente a las murallas de Nicomedia el 23 de abril del año 303, el cuerpo de Jorge fue enviado a Lida para ser enterrado.

Aunque lo expuesto hasta ahora no constituye un relato exactamente histórico, sí es cierto que su veneración como mártir comenzó relativamente pronto. Tanto es así que, durante el siglo IV, dicha veneración se extendió desde Palestina al resto del Imperio Romano de Oriente para, más tarde, en pleno siglo V, popularizarse en las regiones más occidentales del imperio.

De hecho, existen datos proporcionados por los relatos de diversos peregrinos cristianos de la construcción de una iglesia en su honor durante el reinado de Constantino I en Diospolis, la antigua Lida. A su vez, Hacia los años 518-530, el archidiácono y bibliotecario Teodosio afirmaba que Diospolis era el centro del culto a Jorge. Un peregrino anónimo de Piacenza mencionaba este mismo hecho hacia el año 570.

En el año 494, Jorge de Capadocia fue canonizado por el papa Gelasio I, lo que motivó la creación de diversas historias apócrifas sobre su vida, varias de ellas llenas de milagros. El texto más antiguo sobre su vida que ha llegado hasta nosotros se encuentra en el Acta Sanctorum. Asimismo, hacia finales del siglo VI, el abad irlandés Adomanis de la abadía de la isla de Iona dio a conocer algunas de las leyendas orientales de Jorge reunidas por el obispo galo Arkulf en su peregrinación a Tierra Santa del año 680.

San Jorge y el dragón
Fue en el siglo IX cuando surgió la historia de San Jorge a caballo venciendo a un dragón. Dicha historia conforma el más que probable origen de todos los cuentos de hadas occidentales sobre princesas y dragones. Se trata de una leyenda que se narra en diversas regiones de Europa y Asia menor como propia. Incluso nos la podemos encontrar en Japón, aunque, claro está, los detalles varían según las tradiciones locales.

La leyenda medieval comienza con un dragón que decide anidar en la fuente que provee de agua a una ciudad que, según una tradición cristiana ortodoxa, sería Beirut, capital del Líbano, de la que San Jorge es santo patrón.

Los ciudadanos ofrecían al dragón, diariamente, un sacrificio humano que se decidía al azar entre todos los habitantes del lugar. Sólo de ese modo el dragón les permitía recoger el agua necesaria. Un día resultó seleccionada la princesa local.

En algunas versiones aparece el rey pidiendo por la vida de su hija, pero sin éxito. De esta forma, cuando estaba a punto de ser devorada por el dragón, apareció Jorge que se hallaba de paso por la comarca en uno de sus muchos viajes, se enfrentó con el dragón, lo mató y salvó a la princesa. Entonces, los agradecidos ciudadanos abandonaron el paganismo y abrazaron el cristianismo.

Según una antigua interpretación cristiana del mito, Jorge personificaría a los creyentes, su caballo a la Iglesia, y el dragón representaría al paganismo, la idolatría, la tentación y Satanás. Sin embargo, según muchos historiadores laicos, la leyenda tendría raíces más antiguas que las cristianas. Para ellos, el dios Sabacio, padre celestial de los frigios, vendría a ser uno de sus principales antecesores: en su imagen a caballo, arrollando a una serpiente, estaría el origen de la popular imagen de San Jorge sobre un caballo blanco. Además, la historia de San Jorge y el dragón también presenta numerosos elementos comunes con el mito griego de Andrómeda y su salvador y posterior esposo Perseo, vencedor de la Gorgona Medusa.

En todo caso, sean cuales sean sus orígenes, lo que sí es un hecho demostrable es que en el Reino Franco Merovingio, hacia el siglo VI, ya se veneraba a Jorge de Capadocia, aunque no sería hasta la Alta Edad Media, con sus caballeros y cruzadas, cuando su culto se extendería por Europa.

https://www.ancient-origins.es/noticias-general-mitos-leyendas-europa/san-jorge-el-drag%C3%B3n-la-leyenda-jorge-capadocia-003398


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Casa Batlló
Fachada de la barcelonesa Casa Batlló, obra de Antoni Gaudí, con elementos estructurales y decorativos que evocan la leyenda de Sant Jordi y el dragón. Su arquitecto, Gaudí, dejó la impronta de ese animal fabuloso y de su leyenda: las escamas del dragón recubren la azotea; mientras que la espada de san Jorge sobresale del tejado y los balcones parecen calaveras.

https://historia.nationalgeographic.com.es/a/leyenda-san-jorge-y-dragon_12574/4



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