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Mostrando entradas de julio, 2023

El sonido, el eco, la inmensidad, lo sagrado...

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No es accidental que los coros que cantan salmos casi siempre se graben con abundante reverberación. La divinidad parece definida por el eco. Da igual que sean los niños cantores de Viena o un grupo de monjes (...): lo sagrado siempre parece habitar en la región de lo hueco. La razón de esto no es demasiado compleja. El eco, a la vez que implica un espacio enorme, también lo define, lo limita y hasta lo habita de forma temporal. (Mark Danielewski, La casa de hojas)

La guerra que todos perdimos Por Arturo Perez Reverte

"Cada uno de nosotros tiene una, veinte historias familiares. Estúpidos aquellos jóvenes que no acuden a sus mayores a que se las cuenten, antes de que estas historias se extingan con ellos y duerman en el silencio sin aportar nada a las generaciones que no lo vivieron, haciendo imposibles la lucidez y la experiencia. Mis mayores han muerto, o están muriendo poco a poco, pero el niño curioso que fui logró arrancar un puñado de esas historias al olvido, y ahora lamento que no hubieran sido más. Lamento las horas perdidas sin preguntar a aquellos que ya no están conmigo."

El mito de Sísifo - Mark Cartwright / Albert Camus

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“Los dioses habían condenado a Sísifo a transportar sin cesar una roca hasta la cima de una montaña, desde donde la piedra volvía a caer por su propio peso. Pensaron, con algún fundamento, que no hay castigo más terrible que el trabajo inútil y sin esperanza” -Albert Camus- Sisyphus - Churchandculture

El crucificado - Cuento de Mario Levrero

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"Alguien, luego, con un palo, le refregó al Crucificado una esponja con vinagre por la boca." De Mario Levrero. Imagen de Sanzol.

La prise de la Bastille (por Benjamin Warlop)

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"Estuve presente, como espectador, en este asalto contra algunos inválidos y un gobernador tímido: si las puertas se hubieran mantenido cerradas, la gente nunca habría entrado en la fortaleza. Vi dos o tres cañonazos disparados, no por los inválidos, sino por los guardias franceses, ya montados en las torres."   « Prise de la Bastille. J’assistai, comme spectateur, à cet assaut contre quelques invalides et un timide gouverneur : si l’on eût tenu les portes fermées, jamais le peuple ne fût entré dans la forteresse. Je vis tirer deux ou trois coups de canon, non par les invalides, mais par des gardes-françaises, déjà montés sur les tours. De Launay, arraché de sa cachette, après avoir subi mille outrages, est assommé sur les marches de l’Hôtel de Ville ; le prévôt des marchands, Flesselles, a la tête cassée d’un coup de pistolet ; c’est ce spectacle que des béats sans cœur trouvaient si beau. Au milieu de ces meurtres, on se livrait à des orgies, comme dans les troubles de Rome