lunes, 31 de julio de 2023

El sonido, el eco, la inmensidad, lo sagrado...

No es accidental que los coros que cantan salmos casi siempre se graben con abundante reverberación. La divinidad parece definida por el eco. Da igual que sean los niños cantores de Viena o un grupo de monjes (...): lo sagrado siempre parece habitar en la región de lo hueco. La razón de esto no es demasiado compleja. El eco, a la vez que implica un espacio enorme, también lo define, lo limita y hasta lo habita de forma temporal.
(Mark Danielewski, La casa de hojas)


Cuando un guijarro cae en un pozo, resulta gratificante oír cómo se zambulle en el agua. Sin embargo, si el guijarro se limita a perderse en la oscuridad y desaparecer sin hacer ruido alguno, el efecto resulta inquietante. En el caso de un eco verbal, la palabra hablada actúa como el guijarro y la repetición consiguiente hace las veces de “zambullida”. En este sentido, el habla puede constituir una forma de “visión”.
(Mark Danielewski, La casa de hojas)



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