Sobre los Escritos bíblicos apócrifos. Apuntes.

Los evangelios apócrifos son todos aquellos textos religiosos centrados en Jesús que fueron descartados por los cristianos de los primeros siglos, y que no se incluyeron en el elenco de los libros de la Biblia considerados por la Iglesia como auténticos e inspirados.
La palabra “apócrifo” deriva del griego y designa algo que está “oculto” o “escondido”. Al inicio el término fue utilizado para indicar aquellos escritos que revelaban “verdades” de tipo esotérico a “iniciados”. Sin embargo hoy, el término se usa para indicar en general los escritos sobre la vida de Jesús no aceptados por la Iglesia como inspirados por Dios ni como norma de fe (...). Aleteia. 

Una serie de importantes hallazgos permiten ampliar la información sobre la vida de Jesús a través de los evangelios descubiertos y traducidos en las últimas décadas. Qumran, Nag Hammadi y Bani Mazar son los tres sitios donde se hallaban esos textos. Aquí se intenta resumir una guía para conocer esos hitos de relevancia histórica que si bien no alteran el contenido canónico de los escritos bíblicos aportan una serie de curiosidades más que interesantes para acercarnos una etapa deslumbrante y significativa para la humanidad. IXX, jul20.



Escritos bíblicos. Apuntes.


Los evangelios apócrifos o extracanónicos

Los evangelios apócrifos o extracanónicos son los escritos surgidos en los primeros siglos del cristianismo en torno a la figura de Jesús de Nazaret que no fueron incluidos ni aceptados en el canon de la Biblia israelita Septuaginta griega, así como tampoco de ninguna de las versiones de la Biblia usadas por distintos grupos de cristianos como la Iglesia católica, la Iglesia ortodoxa, Comunión anglicana e Iglesias protestantes. Entre esos escritos se encuentran los Manuscritos de Nag Hammadi.
El término apócrifo (griego: από, ‘lejos’ y κρυφος ‘oculto’; latín: apócryphus), que originalmente significaba ‘ocultar lejos’, y luego fue derivando en ‘oculto’, ‘oscuro’, ha sido utilizado a través de los tiempos para hacer referencia a algunas colecciones de textos y de escritos religiosos sagrados surgidos y emanados en contextos judíos o cristianos. Con él se califican una cantidad de libros que las Iglesias cristianas de los primeros siglos no reconocieron como parte de la Sagrada Escritura, pero que se presentan con nombres o características que los hacen aparecer como si fueran libros canónicos.
Cuestión distinta es la de si un determinado escrito, forma o no parte de la Biblia, de si se considera o no un libro inspirado. Cuando un determinado escrito o libro merece ser considerado como formando parte de la Biblia, se dice que es «canónico». El canon consiste en un elenco de los escritos bíblicos. Católicos, cristianos no católicos y judíos tienen distintos cánones. Cuando el carácter canónico de un escrito es reconocido tardíamente se dice que es «deuterocanónico». En ocasiones un libro puede ser simultáneamente apócrifo y no canónico. Tal sucede con el Evangelio de Santo Tomás. Ni Santo Tomás es realmente su autor, ni se considera que forme parte de la biblia. Cuestiones distintas son las de si El Libro de la Sabiduría fue o no escrito por Salomón y la de si forma o no forma parte de la Biblia.

**

Los Manuscritos de Nag Hammadi (1945)

Los Manuscritos de Nag Hammadi o la Biblioteca de Nag Hammadi son una colección de textos, en su mayor parte adscritos al Cristianismo Gnóstico Primitivo, descubiertos cerca de la localidad de Nag Hammadi, a unos 100 km de Luxor, en el Alto Egipto, en diciembre de 1945.1​ Doce códices de papiro encuadernados en piel, y los restos de un décimo tercero,2​ cuidadosamente guardados en una jarra de cerámica sellada y escondidos en unas grutas próximas (en el macizo montañoso de Jabal al-Tarif), fueron encontrados casualmente por un campesino llamado Muhammad Alí al-Samman.3​
Fueron escritos en copto entre los siglos III y IV d.C.4​ El más conocido de los manuscritos, el Evangelio de Tomás, contiene traducciones de textos que ya estaban presentes en el Papiro 1 de Oxirrinco, fechado en el año 250.5​6​
El hallazgo de los manuscritos de Nag Hammadi en 1945 constituye, junto con los Manuscritos de Qumrán, el más grande descubrimiento de textos antiguos de la Edad Contemporánea. 7​

**

El idioma copto o lengua copta

El idioma copto o lengua copta es el nombre utilizado para referirse a la última etapa del egipcio antiguo. El término "copto" se refiere tanto al tipo de escritura como a la lengua (aunque también se usa para denominar a los actuales cristianos egipcios pertenecientes a la Iglesia ortodoxa copta, y la Iglesia católica copta).
La relación entre la lengua copta y el egipcio antiguo clásico es similar a la existente entre las lenguas románicas y el latín clásico, por lo que el copto posee una gramática y características claramente diferenciadas de la lengua de las inscripciones jeroglíficas del Imperio medio.
El alfabeto copto se introdujo a finales del siglo II a. C. La denominación "lengua copta" se aplica generalmente a la lengua egipcia desde el siglo I de nuestra era hasta la actualidad.1​
Es una lengua emparentada con el antiguo egipcio que utiliza el alfabeto copto, compuesto por letras del alfabeto griego más 6 o 7 caracteres de la escritura demótica, necesarios para representar varios sonidos no existentes en el idioma griego. Como lengua cotidiana tuvo su apogeo desde el siglo III hasta el siglo VI. En la actualidad perdura solo como lengua litúrgica de la Iglesia Copta.

**

Sobre el Evangelio

El Evangelio (del latín evangelĭum, y este del griego εὐαγγέλιον [euangelion], «buena noticia», propiamente de las palabras εὐ, «bien», y -αγγέλιον, «mensaje») es la narración de la vida y palabras de Jesús, es decir la buena nueva del cumplimiento de la promesa hecha por Dios a Abraham, Isaac y Jacob de que redimiría a su descendencia del pecado1​ por medio de la muerte de su Hijo unigénito Jesucristo,2​ quien moriría en expiación por el pecado de toda la Humanidad3​ y resucitaría al tercer día4​ para dar arrepentimiento y perdón de los pecados a todo aquel que crea en él.5​ David profetizó que Jesús resucitaría al tercer día sin ver corrupción;4​ David murió y su cuerpo vio corrupción6​ y su tumba está en el monte Sion, pero Jesús resucitó al tercer día7​ cumpliendo la profecía de su resurrección y su tumba está vacía y es conocida como el Santo Sepulcro. Este es el evangelio que predicaban los primeros discípulos de Jesús.8​
En un sentido más general, el término evangelio puede referirse a los evangelios, que son escritos de los primeros cristianos que recogen las primigenias predicaciones de los discípulos de Jesús de Nazaret. Siendo el núcleo central de su mensaje la muerte y resurrección de Jesús. Son cuatro los evangelios contenidos en el Nuevo Testamento de la Biblia cristiana, llamados evangelios canónicos, reconocidos como parte de la Revelación por las diferentes confesiones cristianas. Son conocidos con el nombre de sus autores[cita requerida]: Mateo, Marcos, Lucas y Juan.
La mayoría de los expertos consideran que estos cuatro evangelios fueron escritos entre los años 65 y 100 d. C., aunque otros expertos proponen fechas más tempranas.

**

El Evangelio de Tomás

El Evangelio de Tomás es un evangelio apócrifo que contiene 114 dichos atribuidos a Jesús de Nazaret y que era considerado como parte del canon bíblico por algunas sectas del cristianismo primitivo. Se cree que el Evangelio de Tomás ha ayudado a aclarar gran parte de las tradiciones orales del Evangelio. Desde los primeros siglos después de Cristo se conocía la existencia de un Evangelio de Tomás, gracias a las referencias que a él hicieron algunos Padres de la Iglesia (principalmente Eusebio de Cesarea1​), que lo consideraban un texto herético, pero el texto del Evangelio se consideraba perdido. No obstante, el texto del Evangelio fue descubierto en 1945 en la localidad egipcia de Nag Hammadi, junto a otros manuscritos.2​ Existen dudas acerca de su fecha de composición.
El Evangelio de Tomás es muy distinto a los evangelios canónicos tanto literariamente como en su estructura. A diferencia de los evangelios canónicos, el Evangelio de Tomás no es una narración de la vida, ministerio y muerte de Jesús, sino que es una recopilación de logia (dichos) atribuidos a Jesús, que a veces aparecen en el texto de forma autónoma, mientras que otras veces se incluyen dentro de diálogos o parábolas. El Evangelio de Tomás no hace referencia a la crucifixión de Jesús, ni a su resurrección, ni al juicio final, ni tampoco se extrae de él una visión mesiánica de Jesús.3​4​
El Evangelio de Tomás se redactó en copto, al contrario que los evangelios canónicos, cuya lengua original es el griego koiné. Aproximadamente la mitad de los dichos de Jesús se asemejan a los que se encuentran en los evangelios canónicos, y se especula que el resto del texto incluye dichos de la tradición gnóstica.5​ Hay algunos dichos de Jesús que se asemejan a algunos pasajes del Corán.6​ Fue posiblemente redactado en Siria, donde las tradiciones tomasinas tenían una gran fuerza.7​ El Evangelio de Tomás ha sido interpretado por muchos estudiosos del Nuevo Testamento como una prueba a favor de la existencia del documento Q.

**

La fuente Q 

La Fuente Q (también conocida como Documento Q, Evangelio Q, Evangelio de los dichos Q o simplemente Q, derivado de en alemán, Quelle, 'fuente') es una colección hipotética de dichos de Jesús, aceptada como una de las dos fuentes escritas detrás del Evangelio de Mateo y del Evangelio de Lucas. Q se define como el material «común» que puede encontrarse en Mateo y Lucas y que no puede hallarse en su otra fuente escrita, el Evangelio de Marcos. Este texto antiguo se supone basado en la tradición oral de la Iglesia primitiva y contiene las logia o «dichos» de Jesús.1​
Junto con la de la prioridad de Marcos, la hipótesis Q fue formulada en 1900, y es uno de los fundamentos de la escuela moderna del Evangelio.2​ B. H. Streeter formuló la visión de Q más ampliamente aceptada: que fue un documento escrito (no una tradición oral) redactada en griego, que prácticamente todo su contenido aparece en Mateo, en Lucas o en ambos, y que Lucas preserva con mayor frecuencia el orden original del texto que Mateo. En la hipótesis de dos fuentes, tanto Mateo como Lucas habrían utilizado Marcos y Q como fuentes. Algunos estudiosos han postulado que Q es en realidad una pluralidad de fuentes, algunas escritas y otras orales. Otros han intentado determinar las fases en las que Q fue compuesto.3​
La existencia de Q ha sido desafiada en ocasiones.3​ Uno de los escépticos más notables de Q es Mark Goodacre, un profesor de Nuevo Testamento de la Universidad de Duke.4​ La omisión de lo que debería haber sido un documento altamente apreciado por los archivos primitivos de la Iglesia, así como de las menciones de los padres de la primera Iglesia, podría verse fundamental y simplemente como un gran acertijo del moderno Estudio bíblico.5​ Sin embargo, otros académicos explican este punto señalando que copiar Q no hubiera sido necesario, al estar insertado en otros textos, principalmente dos evangelios no canónicos que lograron gran preeminencia. El consejo editorial del Proyecto Internacional Q afirma: «Durante el siglo II, cuando el proceso canonizador estaba teniendo lugar, los escribas no hicieron nuevas copias de Q, dado que el proceso canonizador conllevó la elección de lo que debía y lo que no debía ser utilizado en los servicios eclesiásticos. De ahí que prefirieran hacer copias de los Evangelios de Mateo y Lucas, donde los dichos de Jesús a partir de Q estaban reescritos para evitar malentendidos, y para encajar en su propia situación y comprensión de lo que Jesús quería decir realmente».6​ A pesar de estos desafíos, la hipótesis de las dos fuentes mantiene un amplio apoyo.3

**

Los Rollos del Mar Muerto (1947)

Manuscritos del Mar Muerto - Definición, Concepto y Qué es
En 1947 un pastor beduino que estaba persiguiendo una de sus cabras descubrió en una cueva del desierto de Qumrán unas vasijas de barro. Este primer hallazgo tuvo lugar en el sur de la ciudad de Jericó en la actual Cisjordania. En las vasijas se encontraron unos extraños rollos de pergamino y papiro escritos en tres lenguas: arameo, hebreo y griego.
Se hallaron más de 900 documentos en los que se encuentra información de gran valor para el conocimiento de las Sagradas Escrituras. Quienes han investigado esta joya de la paleografía afirman que los rollos fueron escritos entre el siglo lll a. C y el siglo l d. C. La mayoría de expertos sostienen que sus autores fueron los escribas de la secta de los esenios. Estamos hablando de los Manuscritos del Mar Muerto.

Los Manuscritos del Mar Muerto o Rollos de Qumrán, llamados así por haberse encontrado en cuevas situadas en Qumrán (Cisjordania), a orillas del mar Muerto, son una colección de 972 manuscritos. La mayoría datan del año 250 a. C. al año 66 d. C., antes de la destrucción del Segundo Templo de Jerusalén por los romanos en el año 70 d. C.

Pasaron 70 años hasta que fue posible descifrar los mensajes en una de las últimas partes de los Rollos del Mar Muerto, considerados como uno de los textos bíblicos más antiguos.
Un grupo de investigadores de Israel se dedicó durante un año a unir sesenta pequeños fragmentos que estaban escritos en código y algunos tenían dimensiones de un centímetro cuadrado.
La mayoría de los cerca de 900 manuscritos estaban muy dañados y se estima que había unos 15.000 fragmentos, lo que dificultó la tarea de interpretarlos.
Los científicos encontraron que el texto se refiere a una serie de festividades que celebraba la antigua secta judía de los esenios.
Se cree que dicha secta escribió los manuscritos hace unos dos mil años.
Entre las celebraciones mencionadas estaba el Festival del Nuevo Trigo, el del Nuevo Vino y el del Nuevo Aceite, todos ellos relacionados con la festividad judía del shavuot o Fiesta de las Primicias.

**

Los textos de Bani Mazar (1978)

(...) los manuscritos de lo que los expertos denominan el Evangelio de Judas, que datan de los siglos III y IV (...). 
(...) consisten en 13 papiros envueltos en cuero, fueron descubiertos por un agricultor en la década de los 60 (sic) en una gruta de una zona desértica próxima a la localidad de Bani Mazar, a unos 190 kilómetros al sur de El Cairo, recuerda un comunicado del Consejo Supremo de Antigüedades.
El campesino vendió los papiros a un traficante ilegal egipcio de arqueología que se los llevó a EEUU, donde los depositó en un banco para venderlos luego a otro contrabandista a quien se los compró en los años 80 la fundación Maecenas, con sede en la ciudad suiza de Basilea, según la nota. Los manuscritos fueron recuperados gracias a la intervención de la institución estadounidense National Geographic Society, que pidió a la fundación su devolución a Egipto.
Los textos, que están escritos en alfabeto copto, fueron restaurados con un coste de dos millones de dólares por National Geographic y el Instituto Waitt para los Descubrimientos Arqueológicos, también norteamericano.

**

El evangelio de Judas

Recientemente el mundo se vio convulsionado publicitariamente con el “novedoso” anuncio del descubrimiento de un manuscrito de 1700 años de antigüedad, al que han llamado El Evangelio Perdido de Judas. En este documento, Judas no es el traidor que describen los evangelios de la Biblia, por el contrario, es el obediente discípulo que sigue al pie de la letra las instrucciones del Señor con respecto a Su muerte.
El texto del Evangelio de Judas se encuentra en un códice o manuscrito de 66 páginas junto a otras tres obras. Dos de ellas son salidas de la pluma gnóstica: El Primer Apocalipsis de Santiago, y la Epístola a Felipe, que se le atribuye al apóstol Pedro.  Ambas obras gnósticas ya habían sido develadas anteriormente por los hallazgos de Nag Hammadi. El tercer escrito es un fragmento de un texto desconocido, intitulado temporalmente, Libro de Alógenes. Todos los textos están escritos en el dialecto sahídico del idioma copto.[1] Pero sin duda alguna, ha sido el evangelio de Judas el que más curiosidad ha despertado en el orbe.
La organización, National Geographic Society,[2] fue una de las más entusiastas en anunciar el descubrimiento.[3] Según esta fuente, se trata de un papiro[4] de 26 páginas encontrados por un agricultor en el año 1978, en una gruta de una zona desértica en las cercanías de la localidad de Bani Mazar, a unos 190 kilómetros al sur del Cairo, Egipto. El campesino vendió los manuscritos a un traficante de arqueología que se los llevó a Estados Unidos, donde los depositó en un banco de Long Island. Allí permanecieron por casi veinte años.[5] Desde entonces el papiro ha estado pasando por los círculos de anticuarios sin definir enteramente su contenido y edad, hasta que la National Geographic y el Instituto Waitt para los Descubrimientos Arqueológicos restauraron el texto con un costo de dos millones de dólares como pago por los derechos sobre el texto y su restauración.[6]

**




Comentarios

Entradas populares de este blog

La cuestión de las castas en América (1)

La Lengua Camiare