Mitología - Pan, el dios griego más terrorífico
Publicado el 30 May, 2021
por Gema Calderón
Pan, el dios griego más terrorífico
Pan, el dios del que proviene la palabra «pánico»
El dios Pan era hijo de Hermes, mensajero de los dioses del Olimpo, pero nadie excepto su propio padre sabía a ciencia cierta quien era su madre. Hay quien afirma que fue una ninfa de los bosques; otros aseguran que fue Penélope, la esposa de Odiseo (Ulises romano); y se especula, por último, que fue quizás fruto de la unión con Penélope (hija de Príamo, rey de Troya) y que Hermes se convirtió en cabra para seducirla.
Así, Pan nació mitad cabra, mitad hombre, con unos grandes y fuertes cuernos de cabra, cola peluda, barbas de chivo y robustas patas. Al nacer, Hermes le llevó al Olimpo, donde se convirtió en la mofa de todos los dioses. Más adelante, Pan trabó una fuerte amistad con Atenea y ayudó a los atenienses a ganar la batalla de Maratón provocando el pánico entre los invasores persas.
El término «pan» significa «todo» en griego, pero el dios Pan no ansiaba estar en posesión del poder absoluto. No tenía interés alguno por vivir en el Olimpo junto a los demás dioses porque prefería llevar una vida tranquila en el campo de Arcadia, donde ayuda a los pastores, campesinos y cazadores. Sin embargo, Pan podía resultar un dios aterrador. El término pánico deriva de su nombre y hace referencia al terror repentino que despierta en aquellos que se aventuran en lugares solitarios, donde el dios no desea ser molestado, sobre todo cuando disfruta de su siesta.
El dios Pan siempre ha sido considerado uno de los dioses más terroríficos y malignos de la mitología griega, ya sea por su apariencia física o por su siniestra forma de actuar. Tiempo después, la imagen medieval del demonio, el macho cabrío, derivó de su apariencia.
El mito griego de Pan y Siringe
Uno de los hábitos más comunes de Pan era tratar de seducir a las ninfas que veía, pero no solía tener éxito en sus múltiples intentos. Una de sus primeras conquistas fue Eco, pero esta le rechazó al estar enamorada del joven Narciso. Como venganza por el rechazo Pan provocó el pánico entre los pastores, quienes terminaron asesinando a Eco para evitar la constante molestia del dios.
Si embargo, la conquista más conocida de Pan fue Siringe, una de las dríadas que siempre acompañaba a Artemisa (Diana romana) cuando esta se iba de caza. Al igual que ella, Siringe había hecho voto de castidad y vestía e iba armada como ella. La única diferencia era que Artemisa llevaba un arco de oro y ella lo llevaba de madera.
Un día, cuando Siringe volvía de cazar, el dios Pan se topó con ella y sintió una irresistible atracción sexual, por lo que quiso alargar una mano para acariciar su cuerpo. Ella se asustó de su apariencia y retrocedió para huir después. Mientras, él la perseguía con sus pezuñas de cabra.
Durante la carrera, Siringe rogaba a todos los dioses que pudieran oírla en ese momento que le ayudaran a escapar del dios (lo que nos recuerda a la historia de Apolo y Dafne). Cuando vio frente a ella el río Ladón, rezó al dios de los ríos. Pan ya casi la había alcanzado y alargaba los brazos para atraparla por la cintura, pero al hacerlo, solo logró estrechar un manojo de verdes juncos. Siringe se había convertido en los juncos que crecen en las aguas poco profundas y en las marismas. En ese momento, el dios Pan se sentó desconsolado, como hizo Apolo, en la ribera del río Ladón contemplando los juncos y anhelando a la dríada que se había apoderado de su corazón.
La Syrinx, Siringa o Flauta de Pan
Mientras reflexionaba, el dios Pan oyó la leve música que brotaba de los juncos cuando la brisa se filtraba en su interior. Cortó varios juncos a diferentes alturas y los ató, formando así la primera flauta de la historia. A partir de entonces, ese instrumento se denominó Syrinx, que significa Siringe en griego.
Hay quien afirma que el dios Pan fue quien inventó el primer instrumento musical de la mitología griega. La flauta de Hermes, la que entregó a Apolo a cambio del arte de la profecía y el señorío sobre los pastores, no era más que una copia de la flauta de Pan, que un día había abandonado en el campo al desistir en su intento de hacer volver a Siringe a la vida humana.
Gema Calderón.
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